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NOTA ECONÓMICA N°37 – RESULTADOS DEL IDC 2019

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El Informe Departamental de Competitividad (IDC) es el principal instrumento de medición de la competitividad en las regiones y su seguimiento desde el territorio es la clave para cerrar las brechas y apostar por procesos de crecimiento y desarrollo sostenido desde las regiones. Desde el 2013 el Consejo Privado de Competitividad (CPC) y el Centro de Pensamiento en Estrategias Competitivas (CEPEC) de la Universidad del Rosario han venido realizando el cálculo del Índice Departamental de Competitividad. Para la séptima versión del IDC utilizaron la nueva metodología del Foro Económico Mundial llamada Índice Global de Competitividad (IGC) 4.0.

Con respecto a los componentes del índice se presentan varios cambios, se pasa de 3 a 4 factores de competitividad y la nueva versión del IDC está conformada por: I) condiciones habilitantes, II) capital humano, III) eficiencia de los mercados y IV) ecosistema innovador. En la nueva versión se incluye el capital humano, bajo la premisa de que la productividad es un determinante profundo del crecimiento económico; por lo tanto, es necesario contar con una fuerza laboral altamente capacitada para, de esta manera, garantizar una mayor adaptación a los cambios inherentes a la cuarta revolución industrial. En síntesis, el IDC 2019 este compuesto por cuatro factores dentro de los cuales se encuentran 13 pilares y a su vez hay 24 subpilares dentro de los cuales se encuentran 104 indicadores.

De igual forma es importante remarcar que por primera vez el IDC incluye de manera oficial a los 32 departamentos de Colombia con su respectiva ciudad capital. En las versiones anteriores no se incluyeron los 32 departamentos por la falta de información en algunos de ellos. Por lo tanto, en la versión 2019 se utilizó una metodología la cual permite hacer imputaciones de los datos faltantes en algunos departamentos, utilizando los resultados disponibles en otros departamentos con características similares.

Vale la pena resaltar que, debido a las modificaciones realizadas, el IDC 2019 no es comparable con las ediciones anteriores de este indicador. La única comparación válida es el recalculo que se realizó para el 2018 con el fin de tener un año de comparación, es decir, no se puede afirmar que Caldas haya bajado o subido posiciones en el ranking dado que se está hablando de una nueva metodología.

En cuanto a los resultados de Caldas, se encuentra en el top 10 de los departamentos más competitivos, ocupa la posición número 8 en el IDC 2019. Frente a 2018, Caldas presenta variación positiva de 0,1 en su puntaje general pero no presenta variación en el ranking. De igual forma está en los 10 primeros lugares en 9 de los 13 pilares. El mejor desempeño del departamento es en los pilares de sofisticación y diversificación y entorno para los negocios con puntajes de 7,34 para ambos.

Por su parte, Caldas concentra sus desafíos más significativos en materia de rankings en el pilar de sostenibilidad ambiental, en el cual registra una calificación de 3,63 sobre 10 y se ubica en el trigésimo primer puesto de la clasificación general. Además, en cuanto a puntajes, el departamento de Caldas presenta oportunidades de mejora en el pilar de sistema financiero, en el que registra una puntuación de 4,13 sobre 10. En particular, el departamento ocupa el puesto 27 entre 33 en materia de proporción de áreas protegidas.

En lo que respecta a pilares, se destaca el aumento en 1 punto en la calificación de innovación y dinámica empresarial, lo que responde a avances en temas de investigación. Por otro lado, Caldas retrocede 0,5 puntos en el pilar de salud por cuenta de un menor desempeño en el subpilar de calidad en salud.

El seguimiento y análisis anual del IDC, en función de encontrar brechas y avances en las variaciones relativas en los puntajes de los indicadores, se convierte en la principal herramienta de trabajo de los actores para continuar en la tarea de ser más competitivos. De este modo, las regiones con bajos desempeños deben reorientar sus esfuerzos para encausar el proceso de desarrollo, dotando de velocidad y dirección sus iniciativas, mientras las regiones más competitivas deben procurar por no bajar la guardia, mantener el pulso del proceso y cerrar las brechas frente a estándares nacionales e internacionales. En buena medida, la competitividad de las regiones se traduce en la competitividad del país, por esta razón la importancia de que en los territorios existe una narrativa clara en materia de competitividad, donde el IDC del CPC es una hoja de ruta de primera mano.

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