En el panorama económico local, los principales indicadores exponen un 2016 mixto en cuanto a resultados, con cifras de destacar, en especial por la complicada coyuntura económica nacional e internacional, y otras cifras que muestran precisamente el rezago a causa de esta coyuntura. El saldo superavitario en la balanza comercial del departamento disminuyó frente al mismo en 2015, pero muestra signos de recuperación desde finales del tercer trimestre. La inflación nuevamente estuvo por encima del promedio nacional, siendo la población de ingresos bajos la más afectada. La tasa de desempleo subió y cerro el 2016 con una tasa de dos dígitos, donde hubo un efecto neto mayor en el incremento de los desocupados, siendo un año no tan bueno en materia laboral. El consumo de energía eléctrica disminuyo en Manizales, siendo el consumo de tipo industrial el de mayor contracción. Los indicadores LIVO de construcción y las ELIC demuestran la buena situación del sector en Manizales. En la dinámica empresarial, la constitución de sociedades alcanzó una variación del 27%, siendo los sectores de actividades profesionales, científicas y técnicas, comercio, construcción, industria y servicios administrativos los más dinámicos. Los índices de competitividad e innovación departamental ubican a Caldas en los primeros lugares, con ventajas comparativas regionales. Y, los indicadores socioeconómicos ratifican a Manizales con niveles satisfactorios en calidad de vida. Descargar informe aquí